Un estudio realizado por IUCN Species Survival Commission (SSC) Climate Change Specialist Group junto con otros expertos de este campo a nivel mundial, ha analizado la vulnerabilidad de las especies frente al cambio climático, proporcionando claves para orientar a los expertos en conservación de especies. El estudio se centró en las aves, los mamíferos y las plantas de América del Norte, Europa y Austrália.

Para realizar este estudio los científicos revisaron un total de 97 estudios sobre la vulnerabilidad de las especies frente al cambio climático publicados entre los años 1996 y 2014. Este análisis reveló que existía un sesgo en la cobertura taxonómica, la escala de aplicación y le área geográfica.
La mayoría de los estudios estaban centrados en 3 continentes ;América del Norte, 24 % en Europa, y el 14% en Australia, existiendo una gran deficiencia de estudios de las zonas tropicales y subtropicales que poseen la mayor riqueza de biodiversidad del la Tierra. Por otro lado el taxón más estudiado ha sido el de las aves, seguido por el del koala (una de las especies más amenazadas por el cambio climático), mientras el grupo de los invertebrados no insectos como los artrópodos, moluscos y esponjas apenas si han sido estudiados. Además sólo el 4% de los estudios evaluaron esta vulnerabilidad de las especies a escala global, mientras que un 60% estudiaron esta vulnerabilidad a escala local.
Otro sesgo que se ha encontrado dentro de estos estudios de vulnerabilidad de las especies frente al cambio climático, es que sólo se han centrado en los efectos directos de este fenómeno, obviándose todos los efectos indirectos que también afectarán tanto a los ecosistemas como a las especies, además tampoco se ha tenido en cuenta los impactos que pueda generar sobre la biodiversidad la adaptación del ser humano al cambio climático.
El objetivo principal de este estudio ha sido detectar las deficiencias en el análisis de la vulnerabilidad de las especies frente al cambio climático, y con ello establecer unas directrices que permitan determinar cuales son los métodos más apropiados para realizar este tipo de estudios, ya que de los resultados de los mismos dependen las estrategias que se tomen para la conservación de las especies, por lo que cuanto más veraces y exactos sean tanto los datos, como las conclusiones de los estudios, mejores estrategias de conservación de podrán implantar.
Fuente: IUCN Red List
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