
¿Alguna vez se han preguntado cómo se ve el mundo desde el espacio? O, ¿cómo funcionan tanto los satélites como los telescopios para descubrir nuevas galaxias o nuevos elementos de nuestro paisaje? Ambas preguntas se responden con una palabra: teledetección. A pesar de lo grande de la palabra, la teledetección es un concepto que nos rodea todos los días. Es un proceso que realizamos a diario a través de nuestros ojos y oídos, y es una de las formas en las que interactuamos con el mundo exterior. Cuando vemos algún objeto a nuestro alrededor, estamos ejerciendo un proceso de detección del objeto mediante la reflexión de la luz solar en dicho objeto, siendo éste uno de los ejemplos más claros.
Ya en un sentido espacial, la teledetección es el proceso de análisis de la energía reflejada por los objetos. La energía utilizada para la teledetección está representada dentro del espectro electromagnético el cual contiene todas las variaciones de radiación representada en ondas. Dichas ondas van desde aquellas con menor amplitud (Rayos Gamma y X) hasta los de mayor amplitud (ondas de radio) y cada objeto o substancia conocida por el hombre refleja o absorbe diferentes longitudes de onda, haciendo que cada uno de ellos tenga una reacción única.
Una de las mayores fuentes de ondas electromagnéticas conocidas es el sol, haciendo que la mayoría de los procesos de detección sean hechos utilizando la reflexión de la luz visible sobre cada objeto o sustancia. Este proceso donde se utiliza como emisor una fuente externa al aparato se le denomina como teledetección de tipo pasiva, ya que el aparato o instrumento no genera las ondas electromagnéticas por sí mismo y depende de las emisiones hechas por un tercero, en este caso, el Sol.

Al ser una fuente fiable muchos de los aparatos utilizados para la teledetección son del tipo pasivo, siendo las cámaras montadas sobre aviones o satélites los más utilizados. Ambos sistemas tienen un funcionamiento similar, el cual recolecta la energía resultado de la reflexión por cada uno de los objetos o sustancias en la tierra. Cuando se trabaja con este método se depende de las condiciones medioambientales, ya que en gran medida el rango detectable por estos aparatos está dentro del rango de la luz visible y está puede ser bloqueada por diferentes fenómenos atmosféricos como lo son las nubes, alta humedad atmosférica y tormentas de arena.
Además de estas restricciones existe la restricción del tiempo de luz solar, haciendo que en zonas templadas durante algunos meses la exposición a la luz solar sea menor. Por esta razón se idearon otros métodos de detección donde la fuente emisora pudiera estar a disposición del aparato emisor haciendo del mismo un proceso de detección activa, ya que el receptor solamente recolecta la reflexión de la onda que el mismo generó. Ya que las ondas electromagnéticas que el hombre puede generar de manera constante y estable con las ondas de radio, estas fueron las primeras utilizadas para la detección activa. En la actualidad también se utilizan otras fuentes activas como los rayos láser, pero su funcionamiento es similar a la de un radar.

En nuestro afán de entender mejor los objetos que nos rodean, se han hecho grandes avances en la teledetección para diferentes aplicaciones, ya sean militares o de planeamiento y gestión de recursos naturales con el uso de imágenes satélite. Cada método de teledetección conlleva sus ventajas y desventajas, ¿cuáles de estos métodos han utilizado hasta el momento?
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Son temas importante para el desarrollo social, en el cual estamos involucrados todos de una forma u otra con el Habitat y el desarrollo humano