La restauración de un espacio degradado consiste en reducir, mitigar e incluso revertir los daños producidos en el medio físico para recuperar la estructura, biodiversidad y dinámica del ecosistema original. Por lo tanto se deben introducir una serie de medidas correctoras para restituir las condiciones originales y corregir los impactos ambientales ocasionados por las distintas actividades desarrolladas en el espacio natural.
Una buena gestión integrada en las áreas litorales debe compatibilizar los usos humanos preservando los valores ambientales del medio mediante la utilización de las herramientas adecuadas de acción.

El primer paso para recuperar un medio natural afectado por un cambio o por una inadecuada gestión consistiría en realizar un estudio detallado de las condiciones ambientales en la que se encuentra el lugar. Para pasar a fijar los objetivos y las acciones que se deben realizar para conseguir la recuperación del espacio litoral.
Un ejemplo de recuperación de un espacio litoral es el Proyecto LIFE-Naturaleza “Conservación de hábitats litorales de la provincia de Cádiz” que tuvo lugar en El Parque Natural Bahía de Cádiz situado en la costa occidental gaditana.
El Parque Natural Bahía de Cádiz tiene una extensión 10.452,7 hectáreas y consiste en un sistema marismeño que da paso al estuario del río Guadalete.
Parte de este enclave natural ha sido transformado en salinas para la producción de la sal pero con el paso de los años la actividad ha cesado dejando los espacios abandonados o transformados en explotaciones piscícolas.

Este parque natural tiene un gran interés ornitológico porque es una zona de reposo, alimentación y reproducción por un gran número de aves acuáticas. Por este motivo con la ejecución de este proyecto se ha buscado recuperar las salinas como hábitat fundamental para la avifauna.
El objetivo del proyecto es realizar una serie de acciones de restauración, conservación y gestión en los diferentes ecosistemas litorales que se encuentran dentro del parque. Entre las acciones que se han llevado a cabo destacan la restauración de la vegetación dunar, la ordenación del uso público y la restauración de los enebrales costeros en la zona de plataforma acantilada.
Por otra parte, dentro de las salinas se han restaurado las estructuras reguladoras de los niveles de agua y la circulación del agua en el interior de las salinas, se ha eliminado el sedimento acumulado y se han recuperado los márgenes de vegetación típicos de la zona.
Después de la restauración se debe realizar un seguimiento para comprobar que las medidas correctoras han provocado un efecto positivo en el espacio litoral.

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