Un estudio publicado en Environmental Research Letters explicó que la reducción de la deforestación y la captura de carbono en el suelo, a través de la agricultura, podría reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. También se evitarían riesgos para la seguridad alimentaria.
Políticas de mitigación y seguridad alimentaria
Un estudio liderado por Stefan Frank, investigador del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) ahonda en el impacto de las políticas de mitigación climática sobre el precio de los alimentos. Específicamente, examina qué sucedería al aplicar un impuesto al carbono.
Los investigadores concluyeron que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través de un impuesto al carbono a los sectores agrícola y forestal podrían impactar negativamente en precios y producción de alimentos.
Por este motivo, presentaron dos estrategias que serían beneficiosas tanto a nivel climático como para mantener la seguridad alimentaria: reducción de la deforestación y aumento de la captura de carbono en el suelo.
Reducción de la deforestación y captura de carbono en el suelo: opciones para realidades diferentes
En el estudio liderado por Frank se dejó en claro que las dos estrategias propuestas no eran de igual aplicación para todas las realidades del mundo.
Por un lado, en países como Brasil o los de la Cuenca del Congo, donde tienen grandes porciones de tierra y emisiones por cambio en el uso de la tierra, promover la restauración forestal y la reducción de la deforestación tienen más potencial.
«En algunos países, detener la deforestación podría proporcionar una gran reducción de las emisiones con sólo un efecto marginal sobre la disponibilidad de alimentos«, sostuvo Stefen Frank.
Por otro lado, en sitios más densamente poblados con agricultura intensiva, como China e India, “el enfoque debería ser la captura de carbono orgánico del suelo y otras opciones que disminuyan la intensidad de las emisiones de la agricultura”, agregó. De otra manera, las políticas sí podrían tener impacto negativo en la seguridad alimentaria.
Prácticas y políticas favorables
En la publicación se proponen algunas prácticas agrícolas que serían favorables para preservar mayor cantidad de carbono almacenado en los suelos. La rotación, la cobertura de cultivos y el manejo de residuos contribuirían también a mayor rendimiento de los mismos. «Mantener el suelo saludable compensa las emisiones de gases de efecto invernadero y conserva las cosechas al mismo tiempo«, destacó Stefan Frank.
Asimismo, políticas de precios del carbono podrían otorgar ingresos adicionales para los agricultores a medida que se les paga por el sumidero de carbono que proporcionan.
La reducción de la deforestación es importante para mitigar el cambio climático. Pero el estudio mencionado anteriormente ha concluido también que, dependiendo del diseño de la política climática, adoptar medidas que consideren el potencial de captura de carbono del suelo del sector de uso de la tierra podría proporcionar los mismos niveles de reducción de gases de efecto invernadero a costos calóricos considerablemente más bajos en comparación con una política que no lo considere.
Fuente: elperiodico.es
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