El jaguar (Panthera onca) es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel global. Un equipo internacional de científicos, liderado por la Estación Biológica de Doñana, ha realizado el estudio genético más extenso de la especie para conocer su nivel de vulnerabilidad y ayudar a su conservación.

Los grandes carnívoros se caracterizan por abarcar extensas áreas. En las últimas décadas, muchos de ellos han sufrido una drástica disminución en el tamaño de sus poblaciones dado que son particularmente vulnerables a los cambios ambientales y dependen de un hábitat continuo para sobrevivir. Históricamente, la distribución del jaguar abarcaba desde el suroeste de los Estados Unidos, cuenca del Amazonas hasta la provincia de Río Negro, en Argentina. Sin embargo, hoy en día sobrevive en poblaciones de tamaños muy variables, pero son las comunidades más pequeñas y aisladas las que se encuentran más amenazadas. La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN la cataloga como “cercana a la amenaza”, considerando que, si las principales causas de riesgo para la especie – la caza furtiva, la pérdida de hábitat y la consecuente fragmentación de sus poblaciones – se acentúan, continuará agravándose su estado de conservación.
El objetivo de la investigación emprendida por la Estación Biológica de Doñana fue proporcionar información útil y generalizable para la conservación global del jaguar en función de sus necesidades de hábitat y salud genética, y desarrollar técnicas no invasivas basadas en marcadores moleculares – a través de excrementos – para seguir a las poblaciones en los ambientes tropicales que habita.
Restaurar la conectividad ecológica: clave en la conservación del jaguar
Los científicos involucrados en el estudio sostienen que restaurar la conectividad ecológica entre las poblaciones de jaguar, a escalas relativamente grandes, deberían ser una prioridad esencial en las medidas de conservación de la especie.
Según informaba el sitio SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas), en el artículo publicado en Conservation Genetics se explica la composición de las poblaciones de jaguar – mediante genotipos individuales y sexado -, su tamaño, salud genética y la relación con la fragmentación del hábitat y el aislamiento. Séverine Roques, sostiene que “nuestros resultados revelan una estructura genética pronunciada con cuatro áreas geográficas que son genéticamente diferentes”.

Los investigadores notaron que la distancia no es el único factor que influye en la diferenciación genética de las áreas de distribución del jaguar, también encontraron pruebas de los efectos del deterioro en los patrones genéticos. Roques explica “así, mientras que los niveles de diversidad genética en el hábitat continuo más extenso para la especie, el Amazonas, son los más altos y consistentes con el cruzamiento aleatorio, la diversidad genética cerca del borde de su distribución está reducida debido a contracciones demográficas”. Por ejemplo, una población aislada de Caatinga, Brasil, muestra los efectos genéticos de un declive demográfico reciente, de hace entre 20 y 30 años. Este hecho puede reflejar la degradación reciente del hábitat en la región.
Séverine Roques señala “este trabajo es innovador por estar planteado en una especie escasa y difícil de investigar. Cubrimos un área extensa, tanto de la población situada en la periferia como en zonas bien conservadas de su hábitat de distribución” y asegura que los resultados “demuestran que el jaguar es sumamente sensible a la fragmentación de hábitat, sobre todo en paisajes dominados por el hombre. Creemos que estos resultados tendrán una repercusión relevante para su gestión, así como implicaciones importantes para la gestión de especies similares con capacidad de dispersión alta y densidad baja”.
Fuente: SINC
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Muy interesante