Numerosos oficios tradicionales ya se han perdido, pero otros sobreviven gracias a los guardianes de las mejores tradiciones populares, pero también custodios del entorno donde viven. El barro, el agua o la madera han sido durante siglos la materia prima con la que han trabajado, recursos naturales que han sabido explotar de una forma sostenible para no agotarlos.
Son ellos en gran parte los responsables de que se conozcan los valores etnográficos e históricos de las zonas rurales donde viven, pero también de propagar la importancia de conservar el patrimonio natural, la biodiversidad y el territorio.

Miles de personas, y sobre todo escolares, descubren gracias a estos artesanos la importancia de hacer un uso sostenible de los recursos naturales y de la energía, como antes lo hicieron otras generaciones, y la responsabilidad individual que cada uno tiene para conseguir que siga siendo así en el futuro.
Victorino García trabaja en la Tierra de los Cunqueiros, en Asturias, en una aldea empotrada en plena red Natura 2000 por la calidad y la importancia de sus recursos naturales, unos valores que durante siglos contribuyeron a mantener estos artesanos haciendo un uso plenamente sostenible de la madera de sus bosques y que hoy está empeñado en defender él. Rodeado de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y de Lugares de Importancia Comunitaria (figuras de protección previstas en la red europea Natura 2000), Victorino trabaja como guía, como interprete de la naturaleza, pero además ha conseguido dar continuidad al legado de los cunqueiros.
Fuente: Efe Verde.
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