El collarum es un método de control de predadores relativamente nuevo, que se basa en la retención (trampa) diseñado para cánidos y resulta altamente selectivo (la que más de las trampas estudiadas hasta ahora en España), que ha sido homologado por el MITECO dentro de las directrices técnicas para la captura de especies cinegéticas predadoras. Aquí podéis encontrar el enlace de los manuales de empleo de las trampas y de manejo de animales de unos cursos que se hacen en el marco del proyecto priorimancha, un proyecto LIFE de conservación del águila imperial, águila perdicera, buitre negro y cigüeña negra que desarrolla la JCCM. El enlace al proyecto es este: www.priorimancha.com.

Aunque os pueda sonar un poco sorprendente el empleo y la divulgación de métodos de control de predadores dentro de un proyecto de conservación hay que tener en cuenta los problemas que todavía tienen (tenemos, como sociedad) en Castilla-La Mancha (y no sólo ahí, le podéis echar un ojo a este documento, que a mi me pone los pelos de punta. Y sólo recordaros las 6 águilas imperiales que aparecieron muertas en Mudela hace un tiempo. La idea es desarrollar métodos lo más selectivos posible, que sólo puedan afectar a las especies objetivo y evitar así el empleo de métodos masivos y no selectivos.
Con respecto a esta herramienta, es importante avanzar en la homologación y hacerlo con trampas concretas. Uno de los grandes distribuidores de artículos para la caza menor de España, Percofan, distribuye en la actualidad un «Chinarum» que es análogo al presentado, pero que no tiene nada que ver en su funcionamiento y resultados. En una finca de caza menor me decían que han llegado a coger búhos, con lo que la selectividad, al cuerno. La legislación a nivel de CCAA ha avanzado muy poco como se puede comprobar el los documentos que se adjuntan para Cataluña, Extremadura y Castilla-La Mancha.
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