Entre 2016 y 2018 se perdieron en el planeta 83,9 millones de hectáreas de árboles (algo más que la superficie de España e Italia juntas). Cada minuto de los últimos 10 años desapareció del planeta una superficie de bosque tropical equivalente a 5 campos de fútbol. Dado el papel protagonista de los bosques en la captura de CO2, la deforestación es una de las principales causas de cambio climático.
A todos nos duele contemplar esas cifras, pero… ¿Cuál es la principal causa de deforestación tropical? No se me ocurre mejor manera de reflexionar acerca de nuestros prejuicios ambientales que responder a esta pregunta.
En efecto, nuestra percepción del problema de la deforestación se basa en prejuicios. Por un lado, existe la idea generalizada de que la deforestación es un proceso imparable inherente a nuestro modelo de desarrollo y por otro, parte de la población sigue otorgando a la industria maderera la mayor parte de la responsabilidad en la pérdida global de masa forestal. Pero ambas ideas son erróneas.
La demanda de madera no fue la causa más importante de semejante ritmo de deforestación. La creación de pastos para satisfacer la demanda de carne, el cultivo de soja como pienso para ganado y el cultivo de la palmera aceitera para biocombustible y como ingrediente de alimentos procesados, junto al desmonte ilegal de la agricultura comercial, son las principales causas de la desaparición de los bosques más valiosos del planeta.
La industria ganadera, detrás de las dramáticas cifras de deforestación
¿Qué imágenes acuden a nuestra mente cuando escuchamos el término deforestación? Probablemente incendios, sierras eléctricas, animales salvajes que huyen despavoridos, troncos apilados para fabricar papel y muebles, desierto… ¿Por qué no pensamos en hamburguesas, coches biodiésel o sacos de pienso transgénico para las monísimas vacas de Central Lechera Asturiana?
Con miles de datos de estadísticas oficiales, estudios científicos e investigación propia, el Programa Global de la Cubierta Forestal (GCP, por sus siglas en inglés) ha identificado a los 500 grandes agentes que intervienen en el negocio de la deforestación. La Forest 500 es un listado que incluye a 50 países exportadores e importadores de maderas, pasta de papel y productos agrarios relacionados con la tala (soja, aceite de palma y carne) así como 250 empresas, desde productoras de las materias primas hasta integrantes de cadenas de comercio minorista, pasando por procesadoras y comercializadoras. La Forest 500 analiza además, el papel de otros agentes como los fondos de inversión, los bancos y las organizaciones internacionales en la deforestación global.
Quizás tu banco de confianza apoye a empresas responsables de la deforestación amazónica, mientras patrocina cumbres de cambio climático o anuncia a bombo y platillo su campaña de greenwashing en horario de máxima audiencia.
Los prejuicios derivados del desconocimiento de las causas de la deforestación han inactivado a un ciudadano que se siente completamente desvinculado del problema. Son las empresas y los agricultores inconscientes los responsables.
Lamento comunicarte que la responsabilidad es compartida. No solo los gobiernos que legislan en contra de sus bosques y las empresas que buscan la mejora de sus dividendos en bolsa están detrás de la destrucción de los pulmones del planeta. El ciudadano de a pie forma parte de una cadena que pierde su razón de ser si pierde su último eslabón: el consumo.

Lamento ser yo quién te invite a romper tus prejuicios en lo referente a la deforestación y que te comunique que tu papel en la resolución del problema es importante. Todos necesitamos que modifiques tus hábitos de consumo más allá del uso responsable y sostenible de papel y cartón. Se trata de afrontar la gestión de otros elementos del estado del bienestar hasta ahora irrenunciables como son la ingesta de carne o el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados. Lo que está en juego no es nuestro menú semanal; ni siquiera nuestro estilo de vida. Lo que está en juego es sencillamente nuestra supervivencia.
El consumidor tiene un papel activo en la lucha contra la deforestación a través de su cesta de la compra
Afortunadamente muchos países, tanto ricos como en vías de desarrollo, están realizando grandes inversiones en la recuperación de su cobertura vegetal a través de ambiciosos programas de reforestación. Llaman especialmente la atención los casos de China, India o Vietnam. En el caso del gigante asiático, tras un periodo de intenso desarrollo y deforestación galopante, se comienzan a acometer prometedoras políticas de reforestación y conservación de espacios naturales que alientan la esperanza internacional de alcanzar el objetivo de generar masa forestal en el planeta de forma neta. España es uno de los países desarrollados que puede presumir de estar contribuyendo a dicho objetivo, ya que durante los últimos años nuestra superficie forestal ha estado creciendo de forma sostenida.
Porque no, el desarrollo y la conservación de nuestro patrimonio natural no son incompatibles.
Autor: José Liétor.
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