El análisis de la huella ecológica compara la demanda humana sobre la naturaleza contra la capacidad del ambiente para regenerar los recursos.
Según el Living Planet Report 2006 de la World Wildlife Foundation, desde los años 80, la huella ecológica mundial excedió la biocapacidad del planeta, manteniendo esta tendencia de crecimiento, alcanzando en el año 2003 a 2.2 Ha., es decir que nuestra huella actual excede un 25% la capacidad del planeta de regenerarse. Si el número de Has. se encontraran repartidas en forma equitativa entre una población mundial de 6.301.5 millones darían 1,78 Ha. globales por persona.
¿Por qué sucede esto? Porque hay 63 países que consumen por encima de la media que les corresponde, 42 de estos son los países más ricos del mundo, su población corresponde al 20% de la humanidad, pero su sobreconsumo es enorme.
Datos sobre la huella ecológica
Vayamos a los datos: Los Emiratos Árabes Unidos tienen la huella ecológica más alta: 11.9 Ha., seguido de los Estados Unidos con 9.4 Ha. (321.5 % por encima de la media mundial), Ecuador tiene una huella de 1.5 Ha. (15.7 % por debajo de la media mundial) y Somalia tiene la huella más baja: 0.4 Ha.

Entonces llegamos al punto en el cual lo que se presenta es el fondo de la cuestión: nos hallamos frente a un dilema ético. Porque esos países para mantener sus excesos están consumiendo recursos fuera de su territorio y lo que es aún más grave es que están hipotecando los recursos de las futuras generaciones. Esto se lleva a cabo a través de la sobreexplotación, la degradación y destrucción de los hábitats y la destrucción de los ecosistemas.
El 14% del peso de la bolsa de basura son plásticos, y en su mayoría provienen de envases de un solo uso y de todo tipo de envoltorios y embalajes (botellas, bolsas de polietileno, bandejas y cajas protectoras de corcho blanco).
Si se entierran en un vertedero ocupan mucho espacio, tardan desde décadas hasta milenios en degradarse Si se opta por incinerarlos, originarán emisiones de CO2, contribuyendo al cambio climático, y otros contaminantes atmosféricos muy peligrosos para la salud y el medio ambiente.
Los «brics», las latas, el vidrio, las pilas, el papel y cartón, residuos peligrosos.
A la peligrosidad y nocividad de cada uno de estos residuos especiales hay que sumar que su tratamiento en tanto que basura es muy complejo. Hay que tener en cuenta que cada uno de estos productos necesitaría un procedimiento específico, lo que es totalmente imposible en vertederos o incineradoras.
Las reglas del juego de la economía planetaria son dictadas por las grandes potencias sobre la base del consumo fundamentalista. O lo que el sociólogo Zygmunt Bauman define como el consumismo.
¨El consumismo es un tipo de acuerdo social que resulta de la reconversión de los deseos, ganas o anhelos humanos (si se quiere ¨neutrales¨ respecto del sistema) en la principal fuerza de impulso y de operaciones de la sociedad.¨(2007).
Los deseos se generan a partir de mecanismos sociales, para mantener el sistema actual en movimiento y vigoroso. Se trata de una economía del desecho, ya que en nuestra sociedad, la riqueza es sinónimo de desecho. El desecho –entendido de esta manera- es sinónimo de status y poder. Cuanto más se posee, más se descarta.

Ya se están haciendo grandes esfuerzos por reducir la huella ecológica. Gobiernos, empresas y ONGs deben fortalecer la difusión para reconfigurar el esquema de pensamiento poblacional. El impulso y resolución se deben redoblar para lograr un cambio a escala global. Todos debemos involucrarnos.
Fuentes:
- Historia y Biografía
- Redalyc
- Bauman, Zygmunt,¨Vida de consumo¨, 1st, 2 imp., Buenos Aires, Ed. Fondo de Cultura Económica, p. 47.
Quiero saber cual es mi huella ecológica para poder tomar mejores alternativas frente al cambio climático.