Oklahoma ha visto como en los últimos 6 años la frecuencia con la que sufren seísmos ha aumentado exponencialmente, pasando de un seísmo por década a 24 en todo el 2014. Por ahora, estos terremotos son de pequeña intensidad y no han provocados daños. Actualmente se están estudiando las posibles causas de estos seísmos y todo parece apuntar que son consecuencia del desarrollo de la extracción de petróleo en esta zona de los EEUU.

Varios estudios publicados en la revistas Science Advances and Science, postulan que la principal causa de estos terremotos es la eliminación de agua salada derivada de la extracción de petróleo mediante la técnica del fracking. Estos estudios basan sus conclusiones en la relación entre los datos sobre los terremotos y la eliminación de este agua salada,actividad que se monitoriza, con fecha, lugar y hora, por lo que es fácil establecer si en el mismo periodo que se ha desarrollado esta actividad se ha producido o no un seísmo. Estos terremotos son relativamente pequeños terremotos, de una magnitud de 4 en la escala de Ritcher.

Pese a que también se hace referencia al fracking como causante de estos seísmos, parece más probable que se originen debido a los métodos de eliminación del agua salada derivada del petróleo y la extracción de gas natural, que se elimina bombeándola de nuevo bajo tierra a alta presión. Este agua bombeada a alta presión penetra en lugares donde existen pequeñas fallas que al recibir este líquido, aumentando la presión sobre ellas y originando el seísmo. Cuanto mayor es la tasa de inyección de agua salada en la tierra mayor es la frecuencia de los terremotos, tal y como demuestran estos estudios.
Fuente: Forbes.
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