Según los datos aportados por la Agencia Internacional de Energía (AIE) las emisiones de CO2 en la atmósfera, procedentes de la producción energética se estabilizaron en 2014 con respecto a los datos del año 2013. Es la primera vez en 40 años que dicho sector no aumenta las emisiones de este gas causante del efecto invernadero.

Los datos provisionales de la AIE indican que la emisión mundial de dióxido de carbono se situó en 32.300 millones de toneladas en 2014, una cifra similar a la del año anterior. Lo que demostraría que la economía puede mundial creció sin necesidad de incrementar las emisiones de CO2 en la producción de energía.
Desde la AIE se justifican estos datos sobre el parón de las emisiones por el fomento de las energías renovables por parte de China y la implantación de políticas para un desarrollo más sostenible los países de la OCDE, con el objetivo de disminuir las emisiones a la atmósfera causantes del efecto invernadero.
Durante estos 40 años en los que la AIE ha recogido estos datos sobre emisiones de CO2, sólo se han detectado otras 3 fechas donde los niveles de emisiones se mantuvieron estables con respecto al año anterior, 1980, 1991 y 2009, pero todos estos años se caracterizaron por un parón económico que fue la principal causa de que estas emisiones no crecieran. Sin embargo, en 2014 la economía si que ha crecido mientras que las emisiones de CO2 se han estancado, por lo que se puede decir que es posible crecer económicamente sin aumentar las emisiones a la atmósfera, sólo hay que cambiar el sistema productivo energético de las tradicionales centrales de carbón por la producción de energía mediante sistemas renovables.
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