Parece que Japón en su empeño por seguir cazando ballenas, ha buscado un atajo legal para saltarse la sentencia del 31 de mazo de 2014 por la cual Corte Internacional de Justicia (CIJ) le prohibía capturar ballenas en aguas próximas a la Antártida con supuestas finalidad científica, ya que se había demostrado que esta finalidad era falsa y por tanto no se ajustaba a las leyes internacionales para la conservación de especies de alto valor ecológico.

Motohide Yoshikawa, embajador extraordinario de Japón ante las Naciones Unidas , entregó el pasado 6 de octubre al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, una declaración (ver texto oficial en inglés) sobre el reconocimiento de competencias de la Corte Internacional de Justicia.
En este documento se indica que Japón excluye de este reconocimiento (punto 3 del documento) «cualquier disputa que surja de o en relación a la investigación, conservación, gestión o explotación de los recursos vivos del mar». De esta forma, Japón pretende eludir las decisiones de la CIJ sobre los permisos que concede a su flota pesquera para capturar ballenas con supuestas finalidades científicas.
Mediante esta treta Japón planea reanudar la caza se ballenas que supone la muerte de 333 especímenes de rorcual aliblanco (ballena de minke, Balaenoptera acutorostrata) entre 2015 y 2027.
Australia ha sido uno de los primeros países en reaccionar y estudia establecer acciones legales contra Japón y esta maniobra para saltarse la sentencia del tribunal internacional, que no solo pone en peligro la conservación de esta especie sino que supone una afrenta hacia lo que representa la Corte Internacional de Justicia y la ONU.
Fuente: La Vanguardia.
¿Quieres comentarnos algo? Adelante!