Un nuevo indicador comienza la semana ilustrándonos dos variables ambientales: la irregularidad de las manchas paisajísticas y el número de especies que se distribuyen por ellas.
Por todos es conocido el tradicional efecto de borde que hace que los hábitat o unidades paisajísticas sufran una mayor fragmentación afectando a las especies que habitan en su interior o se dispersan a otras manchas.
Este es el concepto que busca representar nuestro indicador de este lunes y que, con unos peculiares colores, consigue resaltar de forma llamativa las zonas clave de análisis. Evaluamos aquellos lugares donde unidades homogéneas de paisaje, tomadas de la cartografía Corine Land Cover, sufren una mayor fragmentación ampliando sus límites de borde e incidiendo en el número de especies del IEPNB que habitan en dicha zona. Como resultado obtenemos un sencillo índice que expresa la decadencia biológica del sistema debido a dos posibles factores: la escasa biodiversidad de flora y fauna o la gran fragmentación de las unidades paisajísticas. Las zonas con mayor decadencia biológica quedan advertidas de forma rápida a través de manchas marrones (zonas con escasas especies y altos niveles de fragmentación) y zonas verdes (zonas con elevado número de especies y escasa fragmentación).
Podréis observar, echando un simple vistazo, cómo existe una tendencia a obtener datos poco alentadores de este índice a medida que nos desplazamos hacia las Comunidades Autónomas costeras e insulares.
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