El impacto humano sobre las especies de vertebrados terrestres es intensa y está expandida en todo el planeta. Así se titula una nueva investigación relacionada con la huella humana sobre este grupo de animales. Ante este panorama, emprender acciones de conservación, expresan los autores, debe ser inmediato.

Investigadores de la Wildlife Conservation Society (WCS) y la Universidad de Queensland, entre otros, publicaron un estudio asociada a la expansión de las actividades humanas y el estado de la fauna vertebrada terrestre.
En particular, utilizaron la gran cantidad de datos acumulados respecto a las presiones directas de las actividades humanas sobre los ecosistemas.
Este impacto, conocido como la huella humana (human footprint) incluye puntos como la extensión de los entornos construidos, la tierra de pastoreo y cultivo, densidad de la población humana y construcción de caminos.
La información sobre la huella humana puede observarse en un mapa que incluye todo el impacto acumulado por un determinado período de tiempo.

Impacto humano sobre las especies de vertebrados terrestres
Luego del análisis de los datos, los investigadores encontraron que la presión es intensa para 20.529 especies de vertebrados terrestres.
Aproximadamente el 85% de esas especies tienen la mitad de sus hábitats expuestos. En específico, un 16% está totalmente expuesto. En números concretos, este impacto humano sobre las especies de vertebrados terrestres que se encuentra totalmente expuesta asciende a 3.328.
Por su parte, aquellas con poca población se hallan expuestas de manera desproporcionada.
Uno de los investigadores, Christopher O’Bryan, señaló que este trabajo conjunto “muestra que una gran proporción de vertebrados terrestres no tiene dónde esconderse de la presión humana que va desde la agricultura hasta los conglomerados urbanos extremos”.
Aprovechar la información para la conservación
Los resultados de este tipo de estudios podrían mejorar la forma de evaluar la vulnerabilidad de las especies. Así, pueden llevarse a cabo acciones concretas de conservación.

Asimismo, pueden relacionarse estos datos con el diagnóstico de las Metas de Aichi que tratan sobre la prevención de la extinción (meta 12) y de la pérdida de hábitats naturales.
Debido a la intensidad del impacto del humano sobre las especies terrestres, entre otros hábitats, y con la utilización de este tipo de datos acumulativos, pueden identificarse esfuerzos prioritarios para la conservación.
Fuentes: La Vanguardia / WSC Human Footprint
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