El reciente hallazgo de mejillones en Antártida alerta sobre futuras invasiones. Específicamente, se trata de una especie que no se había registrado antes. Debido a que estos choritos son excelentes competidores por el espacio podrían dominar y cambiar el ecosistema antártico.

Contexto
Las especies exóticas arriban a sus destinos foráneos de diversas maneras. El transporte marítimo es una gran vía de entrada. Los organismos pueden viajar miles de kilómetros adheridos en los cascos de los barcos transoceánicos.

A su vez, el impacto del cambio climático también favorece la llegada de especies exóticas. Si bien la Antártida es uno de los pocos lugares del mundo donde aún no se registró una invasión como tal, afirma la investigadora Leyla Cárdenas, en el resto del mundo los distintos ambientes tendieron a homogeneizarse.
Hallazgo de mejillones en Antártida
La Dr. Leyla Cárdenas, del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile, lideró el estudio sobre el hallazgo de mejillones en Antártida.
En particular, la existencia de estos mejillones (Mytilus cf. platensis) se registró en muestras de esponjas que habían sido recolectadas en las aguas de Bahía Fildes, Península Antártica. Estas esponjas son las que están brindando el refugio a los choritos.
Las características particulares de esta especie la convierten en peligrosa para el ecosistema. Alta fecundidad, crecimiento rápido y tolerancia a bajas temperaturas son las propiedades que describe Miguel Pardo, coautor del estudio.
Cabe destacar que si bien la presencia de estos mejillones no se había registrado antes, ya se encontraba en un catálogo de especies problemáticas, con alto potencial invasor.
Por último, Pardo subraya la preocupación ante la falta de controladores biológicos en la Antártida. Por ejemplo, organismos trituradores como cangrejos.
Prevención y monitoreo
Resulta fundamental para Cárdenas, que brindó una entrevista a EFE, monitorear el comportamiento de los choritos.
Asimismo, destacó la importancia de la prevención. Desarrollar mecanismos que aseguren la llegada de las embarcaciones libre de especies exóticas, podrá frenar futuras invasiones.

El impacto que puede ocasionar este hallazgo de mejillones en Antártida, el lugar más austral del planeta, significaría una tremenda pérdida de diversidad única. Además, las perturbaciones que el humano ocasionó en el ambiente significa que podríamos no contar con ningún sitio sin evidencias del impacto de nuestra especie.
Fuente: EFE / Biobiochile
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