Un estudio, realizado en el marco del Máster de Biología de la Conservación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha buscado evidencias en una zona donde su presencia podría ser probable: el entorno de la Zepa (Zona de Especial Protección para las Aves) del río Alberche y Cofio.

“El trabajo se ha realizado en un contexto científico, sometido por tanto a los protocolos de veracidad y certeza comúnmente requeridos en ciencia. Se partió de los avistamientos de ejemplares de lince que nos permitieron hacer un mapa probable de presencia histórica y reciente. Se obtuvieron 48 puntos”, explica a Sinc Germán Alonso Campos, investigador del departamento de Ecología de la UCM, que ha dirigido la tesis.
El trabajo de fin de máster realizado por Javier Lobón Rovira ha permitido tomar nota de huellas, señales acústicas y excrementos en un área muy delimitada y en épocas favorables: final del otoño y principio de la primavera. En total se muestreó el 10% del área estudiada y se recogieron 20 excrementos que se analizaron en el laboratorio de genética de la universidad madrileña donde se extrajo su genoma. La dificultad reside en que el genoma objetivo corresponde a las células epiteliales del intestino que acompañan a la deposición.
Tras el análisis de estos restos se estima la presencia de al menos tres o cuatro individuos, lo que es una buena noticia ya que supone la recuperación de una especie en peligro y sobre la que se han invertido grandes esfuerzos tanto económicos como humanos. De hecho, recientemente la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha cambiado el estatus del lince ibérico de ‘en peligro crítico’ a ‘en peligro’.
Fuente: Agencia SINC.
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