La certificación energética puede ser mejorada significativamente a partir del uso de geotermia y aerotermia. Con la aprobación del Real Decreto 235/2013 aquellas viviendas construidas, vendidas o alquiladas a partir del 1 de junio de 2013 tienen que contar con su certificación energética correspondiente y en vigencia. Esta legislación está en consonancia con las Directivas establecidas por la Unión Europea.

La calificación de la eficiencia energética de un edificio se calcula midiendo el consumo de energía necesaria para los requerimientos anuales. Se toman a partir del normal funcionamiento y ocupación de las viviendas. Se explicita a partir de indicadores, índices y calificación o letra basándose en una escala ya establecida que varía de mayor a menor eficiencia.
Los principales indicadores de eficiencia energética se miden anualmente. Se trata de las emisiones de dióxido de carbono y el consumo de energía primaria no renovable. Al otorgarse el certificado con la correspondiente etiqueta, también se sugieren las distintas formas en las que puede mejorarse la calificación energética del inmueble. La geotermia y aerotermia son las dos formas en que pueden ascenderse en la calificación.
Las mejoras que pueden implementarse refieren tanto a aislamientos como a instalaciones, plazos de amortización, según el ahorro energético que se pueda lograr.
La incorporación de energías alternativas para el consumo en las viviendas constituye la herramienta más poderosa para el ahorro. La naturaleza brinda muchas formas ecológicas y baratas para producir calor. La geotermia y la aerotermia – las energías alternativas para éste uso- utilizan la energía proporcionadas por el entorno natural mediante bombas de calor.
Geotermia y aerotermia: ¿Cómo se puede optar por la más apropiada para cada vivienda?
La geotermia y la aerotermia funcionan en base a una bomba de calor. A través de ella, transforman el calor que extraen del medio en energía útil para la vivienda. La geotermia extrae su calor de las capas interiores de la corteza terrestre, mientras la aerotermia lo hace del aire.
Ambos procedimientos requieren una instalación semejante. También se recomienda -si es que ya no se cuenta con ella- la instalación de suelo radiante. De esta manera se aprovechará de forma más eficaz el calor, además de contar con una distribución más pareja del mismo.
Si hablamos de geotermia, el calor del sol es almacenado unos pocos metros bajo tierra. Asimismo, desde el núcleo de la misma brotan temperaturas de 6500 grados que irradian hacia las capas más superficiales.
Las bombas de calor utilizan de distintos modos la energía que emana de la tierra. Siempre usan la que se halla más cercana a la superficie, debido a que el calor es más uniforme en ese espacio.
Los proveedores de éstos equipos instalan una bobina que actúa como colector a 1,5 metros de la superficie terrestre y extrae el calor. Con alternación también se puede extraer el calor mediante una sonda geotérmica pequeña. Estas sondas especiales pueden llegar hasta los 100 metros de profundidad.
Antes de instalarlas se realizan estudios para observar si las condiciones de la vivienda y el espacio son aptos. Para su utilización, se requiere de un terreno accesible y amplio. También hay que tener en cuenta que quizá se requiera de un permiso.
Para utilizar la aerotermia, se colocan bombas de extracción de aire y con ellas se produce la energía para la calefacción. Funcionan de forma muy económica y son eficientes aun cuando afuera haga -20º de temperatura ambiente. El único requisito para su uso es que esté instalada en el exterior.
Ambos sistemas requieren de amplios radiadores para un sistema de baja temperatura. Además, el edificio debe tener un buen aislamiento.

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Finalmente,
hablaremos de las ventajas que conlleva la instalación y el uso de éstos equipos.
- Primeramente, evita la generación de elementos contaminantes para el medio ambiente. No emiten dióxido de carbono.
- Constituyen una fuente de energía inagotable.
- La autosuficiencia respecto de los suministradores exteriores.
- Bajo coste.
- Disponibilidad total de la fuente de energía sin necesidad de reequipamiento.
Para obtener una certificación energética óptima, la geotermia y la aerotermia son dos opciones a considerar, ya que por un lado el coste de los equipos se amortiza a corto plazo y por otro, el ahorro energético permite tener la casa climatizada con menores costes.
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Fuente: minetad, madrid.org, clickrenovables.
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