El pasado sábado el busque pesquero ruso Oleg Naydenov comenzaba arder en el puerto de las Palmas justo cuando estaba dispuesto para salir a faenar, pese a los esfuerzos por extinguir el fuego no se consiguió detener las llamas y las autoridades marítimas decidieron sacar el buque a alta mar y seguir con las labores de extinción allí, finalmente ayer ya con el incendio contenido el buque se hundió a 30 kilómetros de las costas canarias.

Fuente: www.rtve.es
Es difícil no establecer paralelismos con el caso de Prestige, pese a no ser el mismo tipo de barcos, el Oleg era un buque pesquero con 1500 toneladas de fuel y el Prestige era un buque de petrolero monocasco de Liberia que contenía 77 000 toneladas de crudo. Puesto que en ambas situaciones se tomó la misma decisión por parte de la administración, sacar el barco a alta mar pese a que la opinión de los expertos aconsejara llevarlos a puerto o a una zona refugio en la costa puesto que de esta forma es más fácil controlar y se minimizan los impactos ambientales del vertido.
Desde el Ministerio de Fomento se emitió un comunicado donde se expresaba que la «Capitanía de Las Palmas determinó alejar el buque para garantizar la seguridad de las personas e instalaciones portuarias y para evitar el riesgo de contaminación al levante de la ciudad y la potabilizadora». Por otro lado desde el Gobierno de Canarias estima que el riesgo de vertido es mínimo, pero que no pueden afirmarlo de manera concluyente. Mientras la Capitanía Marítima de las Palmas ha declarado que se ha encontrado pequeñas manchitas del tamaño de una galleta, dispersas en una pequeña zona, e irisaciones en el agua, pero que esto es algo normal cuando se produce un hundimiento de un barco.
Desde distintos grupos ecologistas se alerta del riesgo para el ecosistema marino que puede producirse si finalmente se libera al mar el combustible almacenado en buque, como ya pasara en el caso del Prestige. Además la zona donde se ha producido el hundimiento está cercana a un LIC ( Lugar de Interés Comunitario) que podría verse afectado por el vertido.
Ahora una vez se ha hundido el buque, además de movilizar a todos los equipos disponibles para atajar el posible vertido, se está analizando cual es la estrategia más adecuada a seguir, la Capitanía Marítima de las Palmas estudia si retirar o no el combustible almacenado en el buque depende de su viabilidad económica, en ningún momento hace referencia si tiene o no en cuenta los posibles impactos ambientales de cualquiera de las dos decisiones.
Tristemente en España no aprendemos de nuestras decisiones, y seguimos tropezando una y otra vez con la misma piedra y ante estos casos parece que la decisión de la administración competente es siempre la misma llevar el barco a alta mar y rezar para que no se produzca vertido, y si finalmente pasa, pues hacerse los despistados, no asumir responsabilidades y dejar que el ecosistema marino se llene de vertidos. Y esto lleva a preguntarte ¿Tienen en cuenta criterios ambientales a la hora de tomar este tipo de decisiones o sólo valoran en problema desde una perspectiva económica?
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