El sistema comunitario de gestión y auditorias medioambientales o por sus siglas en ingles Eco-Management and Audit Scheme (EMAS) junto con la Norma ISO 14001, son los dos principales referentes a nivel mundial para la implantación de sistemas de gestión medioambiental. Pero, ¿Cuál de los dos sistemas debería implantar en mi organización? ¿Qué ventajas me ofrece uno sobre el otro? Podría decirse que ambos son similares y las ventajas derivadas de su implantación también lo son, de cara a mejorar el desempeño ambiental, sin embargo, hay puntos que son importantes resaltar y tener claros a la hora de tomar esta decisión.

Uno de los puntos fuertes del reglamento EMAS en comparación con la ISO 14001, es que el EMAS es reconocido como más exigente. EMAS es un reglamento comunitario propuesto por la Unión Europea en 2009 que posee vinculación legal, y que obliga al cumplimiento total de la legislación aplicable a la organización, mientras que la norma ISO 14001 obliga únicamente a un compromiso de cumplimiento de la legislación.
EMAS establece la obligación de llevar a cabo una declaración de su impacto medioambiental puesta a disposición del público y validada por un verificador externo, mientras que para la ISO 14001 no se trata de una exigencia, por lo que solo se informa a las partes interesadas cuando estas lo demanden.
La adhesión al EMAS proporciona a las empresas beneficios muy bien valorados entre los que se pueden mencionar, la exaltación en su imagen frente a las partes interesadas así como al público en general, incrementa la motivación de los empleados, mejora las relaciones con los organismos reguladores, y abre las puertas a nuevos mercados y oportunidades de negocio.
Alguno de los puntos débiles del EMAS en comparación con la norma ISO 14001 es que EMAS se limita al ámbito europeo mientras que la ISO 14001 es internacional y la principal referencia como normativa de sistema de gestión medioambiental. Se considera que la norma ISO es menos compleja por lo que el proceso de implantación es más sencillo, de hecho, algunos especialistas recomiendan comenzar con esta para luego saltar a EMAS. Igualmente al adquirir connotación legal, la presión reguladora en EMAS es mucho mayor que en ISO 14001. Otro punto importante es que muchos consideran que la adhesión a EMAS es más costosa que ISO 14001 debido al proceso de revisión ambiental; la declaración ambiental y la comunicación externa.
Es recomendable que la decisión sobre cual sistema elegir sea asesorada por personal especializado en materia ambiental y en sistemas de gestión, a manera de facilitar el proceso de implantación o adecuación y obtener resultados que realmente sean beneficiosos para la organización y el medio ambiente.
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