Como casi todo el mundo sabe, el vino es una bebida alcohólica que se elabora a partir de la fermentación del jugo de uva. Para producir vino de alta calidad, es importante cuidar todos los aspectos del proceso de producción, desde la selección de las uvas hasta el embotellado y el almacenamiento. Lo que ya no todo el mundo conoce, es que uno de los aspectos que influyen en la calidad del vino es la biodiversidad que tiene la tierra donde se cultiva la vid.
Desde Geoinnova, que además de ser una consultora territorial al uso, también somos una consultora ambiental, tenemos en cuenta el enfoque de biodiversidad en todos nuestros proyectos.
Cuando hablamos de biodiversidad nos referimos a la variedad de vida que tiene ese lugar, los campos agrícolas donde se cultiva la uva, incluyendo la diversidad de especies, genes y ecosistemas. La modernización del sistema productivo agrícola ha jugado un importante papel en la transformación hacia un sistema intensivo que ha propiciado la degradación del suelo (estructura, fertilidad y altas tasas de erosión) o la contaminación de los acuíferos por el abuso de fertilizantes nitrogenados.
Todo ello ha influido directamente en la biodiversidad de ese ecosistema (y prestación de sus servicios ecosistémicos) y por ende, en la calidad del vino de varias maneras. Repasemos esta relación.
Relación del territorio y la biodiversidad
El terroir o también conocido como terruño, se refiere al conjunto de factores geográficos y climáticos que influyen en el cultivo de la uva, incluyendo el suelo (la tierra), la topografía (pendiente, altitud…) el clima y la biodiversidad. Es por tanto una combinación singular de factores naturales que sumada al conocimiento del hombre, al saber hacer, tiene como resultado un vino único. La biodiversidad, como uno de los componentes naturales en el viñedo, puede influir en el sabor y la calidad del vino.
Especies más relevantes
Las especies de animales más relevantes en los campos de vid pueden variar dependiendo de la región y las condiciones específicas del cultivo. Sin embargo, aquí hay algunos ejemplos de especies que habitan en los campos de vid:
- Aves: algunas especies de aves, como las golondrinas, los vencejos y los búhos, pueden ser beneficiosas para los campos de vid, ya que se alimentan de insectos que dañan las vides. Además, algunas aves pueden ayudar a controlar las poblaciones de roedores que dañan las raíces de las vides. En algunos casos, los viticultores pueden instalar cajas nido para atraer y mantener poblaciones de aves beneficiosas en los campos de vid.
- Murciélagos: los murciélagos (quirópteros) también pueden ser beneficiosos para los campos de vid por la misma razón. Además, algunos murciélagos pueden ayudar a polinizar las flores de la vid. Los viticultores pueden instalar cajas de murciélagos en los campos de vid para atraer y mantener poblaciones de murciélagos beneficiosos.
- Zorros: los zorros pueden ser beneficiosos para la salud del suelo en los campos de vid, ya que se alimentan de roedores que dañan las raíces de las vides. Además, los zorros pueden ayudar a controlar las poblaciones de conejos y otros animales que pueden dañar las vides. Sin embargo, los zorros también pueden ser una amenaza para las aves que anidan en los campos de vid.
- Ciervos: los ciervos son una de las especies más comunes que pueden ser perjudiciales para los campos de vid, ya que pueden comer las hojas, los brotes y los racimos de uva, reduciendo la cantidad y calidad de la cosecha. Los viticultores pueden tomar medidas para disuadir a los ciervos de entrar en los campos de vid, como la instalación de cercas o el uso de repelentes.
La biodiversidad del suelo
La biodiversidad en el suelo se refiere a la variedad de organismos vivos que habitan en él, como bacterias, hongos, nematodos, lombrices de tierra y otros insectos y cómo puede contribuir a la salud del suelo y a la calidad del vino. Estos organismos trabajan en conjunto para crear un ecosistema equilibrado en el suelo, ayudando a descomponer la materia orgánica, fijar nutrientes y mantener la estructura del suelo.
La presencia de estos microorganismos beneficiosos puede mejorar la fertilidad del suelo promoviendo la disponibilidad de nutrientes y aumentando la resistencia de las plantas a las enfermedades y las condiciones climáticas adversas. Además puede influir en el sabor y la calidad del vino ya que estos organismos pueden afectar a la composición química de las uvas y por lo tanto al sabor y aroma del vino.
Los insectos como agentes polinizadores
La biodiversidad de insectos en el viñedo puede ser importante para la polinización de las uvas. Sin agentes polinizadores como las abejas, las plantas no producirían frutos, lo que afectaría negativamente la cantidad y calidad de las uvas cosechadas.
También juegan un papel muy importante en el control de plagas. Las mariquitas o las avispas parasitarias, son depredadores naturales de las plagas que pueden dañar las vides, lo que reduce la necesidad de utilizar productos químicos para el control de plagas.
La falta de diversidad de insectos puede ser un signo de problemas en el ecosistema, como la pérdida de hábitats naturales o la utilización excesiva de productos químicos. Su presencia tiene una relación directa como indicadores de salud del ecosistema.
Biodiversidad en los alrededores del viñedo
La biodiversidad en los alrededores del viñedo también puede influir en la calidad del vino. Los bosques y otras áreas naturales cercanas pueden ser importantes para la conservación de la biodiversidad y pueden proporcionar hábitats para insectos, aves, animales y otros organismos que pueden ser beneficiosos para el viñedo. La pérdida de estos hábitats naturales regionales más ricos en especies, sumada a la proliferación del monocultivos intensivos en las regiones con denominación de origen (perdiendo agrobiodiversidad), conlleva la disminución paulatina de ciertos servicios ecosistémicos (como el control biológico que hemos comentado previamente, la mejora).
Conclusiones
Las prácticas agrícolas que respetan el medio ambiente y su biodiversidad son determinantes para mantener el patrimonio biológico de las regiones vinícolas y la calidad y producción de sus cultivos.
Los servicios ecosistémicos que proporcionan los sistemas agrícolas multifuncionales se muestran cruciales: una acción directa sobre el suelo (mejorando su fertilidad, erosión y estructura o como sumidero de carbono), control de plagas, regulación del ciclo hidrológico (prevención de inundaciones), etc.
Si quieres trabajar con una consultora que es a la vez especialista en territorio, con toda nuestra gran experiencia en el campo de los Sistemas de Información Geográfica, y en Medio Ambiente, no dudes en contar con Geoinnova para tus proyectos.
¿Quieres comentarnos algo? Adelante!