La conocida marca de coches Audi junto con la empresa energética Sunfire han dado un paso más allá en el desarrollo de combustibles, creando diésel sintético a partir de agua , CO2 y electricidad, este ha sido denominado e-diésel. La electricidad utilizada para este proceso proviene de fuentes renovables y parte del CO2 empleado es suministrado por una instalación de biogás, pero otra parte se captura directamente del aire ambiental.

El proceso para la obtención del combustible consta de diferentes fases, en la primera se primero se calienta el agua para generar vapor para que sea posible la división entre hidrógeno y oxígeno por medio de electrólisis a alta temperatura. Este proceso implica alcanzar hasta 800 grados Celsius. En las dos siguientes el hidrógeno reacciona con el CO2 en reactores de síntesis. De nuevo, bajo presión y a altas temperaturas. Y se obtiene una producción de reacción que es un líquido que surge a partir de compuestos de hidrocarburos y recibe el nombre de azul crudo. Mientras que en las dos fases anteriores tenía lugar la electrólisis y la conversión, el último paso es el de tratamiento, donde tiene lugar el proceso de refinación.
La planta piloto de Dresde podrá producir aproximadamente 160 litros de diésel sintético al día en los próximos meses, y tanto Audi como Sunfire dicen que el siguiente paso es la construcción de una planta más grande.
El desarrollo de este tipo de combustible puede suponer un gran avance en la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera y por tanto en la lucha contra el cambio climático, ya que al utilizar el CO2 que proviene del aire como materia prima se está eliminando de la atmósfera. Es aprovechar un residuo generado en otro proceso como materia prima para realizar otro producto, una de las bases en las que se fundamenta la economía circular.
Fuente: Computer Hoy.
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