La industria textil es de las más contaminantes. En particular, la fast fashion o moda rápida tiene grandes impactos sociales y ambientales. En este contexto, diversas campañas apuntan a una producción y consumo de ropa conciente y responsable.

Qué es la fast fashion
La moda rápida está asociada al consumo de ropa de manera frenética, lo que ha duplicado la producción textil mundial en el transcurso de una década y media.
En concreto, la fast fashion provoca que las personas sientan la necesidad desproporcionada e irracional de comprar ropa. Dicho modelo está basado en la renovación del armario cada poca cantidad de meses o por temporadas.
Algunas cifras apuntan a que cada año se producen 100.000 millones de prendas. En general, éstas son de baja calidad, baratas y desechables.

Impacto del sector textil en el ambiente
El deterioro del ambiente es un grave problema a nivel global. En este sentido, el sector textil es un gran contribuyente a estos daños.
Específicamente, el impacto está asociado a:
– las aguas residuales que genera y su carga química
– el consumo de agua y energía
– malos olores
– los residuos sólidos
– el ruido y
– las emisiones contaminantes a la atmósfera
Propuestas
Bajo este escenario, diversas alternativas a la producción convencional están cobrando visibilidad.
Por un lado, la propuesta de eliminar ciertas sustancias químicas que son prioridad, tales como los alquifenoles, azoicos, perfluorados, ftalatos, etc. Este tipo de iniciativas la promueven campañas como Detox, de la ONG Greenpeace.
Los cambios en la industria son impulsados también por los consumidores, que empiezan a interesarse por la composición de las prendas. Tanto por los materiales como por la situación de las personas que las fabrican, la información de cada prenda comienza a contar al momento de elegir qué adquirir.
Es importante destacar, para finalizar, la necesidad de disminuir los impactos negativos que la fast fashion causa tanto a nivel ambiental como social. Así, la moda sostenible o slow fashion, enmarcada en una economía circular, propone mejores alternativas a las industrias y a los consumidores.

Fuentes: consumoresponsable.sipv.org / Sustainable Brands Madrid
Es muy buena noticia ver como hay cada vez más conciencia sobre el impacto que generan las industrias de fast fashion y que existen alternativas sostenibles. El consumidor tiene un papel fundamental impulsando el cambio.
¡Gran post! La industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio de agua y del 8% de los gases de efecto invernadero… Ahora es más importante que nunca acudir a tiendas de moda ecológica y sostenible. Cuida tu piel y tu planeta.