Tres comunidades autónomas (Asturias, Cantabria y el País Vasco) van a intentar garantizar la supervivencia de sus frágiles sistemas dunares, muy escasos en una costa dominada por los perfiles abruptos y acantilados. Junto con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, instituciones de las tres comunidades autónomas han puesto en marcha el proyecto ARCOS (Arenales Costeros), una iniciativa cofinanciada por la UE dentro del programa Life.
Este proyecto se coordinará desde la Universidad de Oviedo y se extenderá hasta 2018 e integrará tanto a la administración, como a asociaciones vecinales, organizaciones ecologistas, centros penitenciario y otros voluntarios.

Para la ejecución del proyecto se han seleccionado diez hábitats de las tres comunidades que están catalogados como Lugar de Importancia Comunitaria dentro de la red europea Natura 2000. Los espacios en los que se centrará el proyecto ARCOS son la playa de La Arena y la de Laida (en Vizcaya); las dunas de Santiago y Zarautz (en Guipúzcoa); las dunas de Barayo, la playa de Verdicio y las dunas de Vega (en Asturias); y los sistemas dunares de Liencres y de Somo y la playa de Berria-Helgueras (en Cantabria).
La selección de estos sistemas dunares se debe a que presentan un alto grado de degradación a causa de fenómenos naturales (clicogénesis), la presión humana (riadas) y la proliferación de especies exóticas invasoras.

Las acciones que se llevarán a cabo dentro de este proyecto para conservar estos ecosistemas consistirán en la especies invasoras, en la instalación de “captadores de arena” que favorezcan la retención de los sedimentos, la delimitación de las áreas dunares, la construcción de pasarelas de acceso a la playa y el reforzamiento de las poblaciones endémicas.
Fuente: Efeverde.
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