Desde que en 2012 falleciera el único ejemplar de tortuga gigante de Pinta (Chelonoidis abingdonii) que quedaba en el mundo, conocida como ‘el solitario George’, se han realizado numerosos intentos fallidos por recuperar esta especie, pero recientemente y gracias a una expedición de científicos a las Islas Galápagos, la esperanza de culminar este proyecto con éxito se ha recuperado.
Esto se debe principalmente al nuevo enfoque del proyecto que trata de buscar tortugas que compartan rasgos genéticos con George, capturarlas para que se reproduzcan en cautividad y lograr que la especie desaparecida se recupere.

En la expedición se descubrió que ciertas tortugas que habitan en la zona del Volcán Wolf –al norte de la isla Isabela– tienen similitudes genéticas con esas especies extintas. Algunas de las halladas cerca del volcán son parientes lejanos del solitario George, el último ejemplar de la tortuga gigante de Pinta, fallecido en 2012.
Antes de partir a la expedición, el profesor James Gibbs de la Facultad de Ciencias Ambientales y Forestales de la Universidad Estatal de Nueva York (EE UU), miembro del equipo de investigación, declaraba que el objetivo era cuidar en cautividad a algunas de las tortugas que encontrasen en la isla y luego liberar a sus descendientes en su hábitat natural. De esta manera, los científicos esperaban obtener ejemplares con un 95% de similitud genética respecto a las tortugas de Pinta y Floreana.
Fuente: Agencia Sinc.
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