La actividad biológica de las especies y sus comportamientos son una referencia para determinar los estados de conservación de un ecosistema o la tasa de cambio que sufren los mismos. Así, por ejemplo, las especies sufren cambios en su comportamiento debido a variaciones climáticas, floreciendo, reproduciéndose o realizando migraciones en momentos temporales diferentes al habitual. Estas variaciones en el comportamiento fenológico de las especies permiten apreciar la forma en la que las condiciones del entorno varían pudiendo utilizar a las especies como indicadoras de cambios. Existen infinidad de grupos taxonómicos y especies de invertebrados empleadas como indicadoras ambientales. Uno de los grupos más interesantes son los coleópteros acuáticos debido a su vinculación directa con la calidad de las aguas.

Aunque no seamos conscientes, charcas, lagunas y embalses están repletas de estas especies de escarabajos que, a diferencia de otros coleópteros míticos como la tradicional mariquita o el protegido Lucanus cervus, son excelentes nadadores pues su hábitat principal es acuático.
Gran parte de estas desconocidas especies son endémicas, se encuentran bajo grandes amenazas y presentan una elevada vulnerabilidad sin estar amparadas por ninguna figura de protección. La conservación de estas especies es de vital importancia pues funcionan como indicadores biológicos del estado de conservación de los ecosistemas acuáticos al presentar una gran sensibilidad ante los cambios físicos y químicos de las aguas o sus alteraciones hidromorfológicas. Junto a otros macroinvertebrados, permiten degradar la materia orgánica y sirven, además como sustento de alimento para otras especies del ecosistema.
Recientemente se ha publicado el primer Atlas de los coleópteros acuáticos de España peninsular. Esta publicación recoge un compendio de casi 500 especies (endémicas y no endémicas) ordenadas mediante sencillas fichas que ilustran sus estados de conservación, hábitats y biología.
En el marco de esta publicación, han sido muestreados los humedales españoles que forman la red de espacios protegidos Ramsar, con el fin de identificar las especies disponibles en cada humedal y analizar los estados de conservación de los mismos.
Las fichas de estos peculiares invertebrados pueden ser descargadas desde la web del MAGRAMA visualizando una pequeña descripción de la especie, una fotografía y mapas de distribución actual y potencial.
Como punto fuerte para gran parte de estas especies, además de mostrar su mapa de distribución actual, se muestra su mapa de distribución potencial en base a criterios ecológicos. Junto a las Bases ecológicas preliminares para la conservación de las especies de invertebrados de interés comunitario en España ya no hay excusa para dejar a los invertebrados de lado en los estudios ambientales.
Autor: Roberto Matellanes Ferreras.
Muy interesante artículo.
Penúltima línea. Donde dice «escusa» (creo que) debe decir «excusa»
Nos alegra que te haya gustado Jorge. Tomamos nota y corregimos el error. Gracias y un saludo.