El viejo debate sobre los compromisos que deben adquirir los distintos países, desarrollados y emergentes, vuelve a reavivarse estos días en la COP21 que se celebra en Paris.
Desde que años atrás comenzaran las negociaciones para una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en las distintas conferencias climáticas, siempre ha existido un punto clave en la negociación de estos acuerdos, ¿Deben ser igual de exigentes los compromisos de los países desarrollados que los de los países emergentes?

Si nos basamos en la responsabilidad de la situación actual del clima está claro que aquellos países que denominamos desarrollados llevan contribuyendo con gases de efecto invernadero durante más tiempo que los países emergentes, por lo que se estima que su responsabilidad sobre el cambio climático es mayor y por ello deben ser estos países los que asuman unos compromisos más exigentes, que aquellos cuya contribución al aumento de la temperatura en la Tierra ha sido menor. Además equiparar los compromisos de ambos tipos de países, frenaría el desarrollo de los países emergentes, influyendo negativamente en su economía.
Esta idea es la que defienden los representantes de China, India, Brasil y Sudáfrica que han defendido esta semana en la COP21 que sean los países desarrollados los que asuman la mayor parte de los puntos vinculante del futuro acuerdo, como la reducción de emisiones, la financiación contra el cambio climático y la transferencia tecnológica a los países en desarrollo.
Por otro lado esta la Unión Europea que estima que esta diferenciación entre países emergentes y desarrollados ha quedado obsoleta. Además hay que tener en cuenta que algunos de estos países emergentes como por ejemplo China e India, están en los primeros puestos de emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que parece adecuado que estos países establezcan compromisos de reducción de emisiones estrictos sin que ello menoscabe su desarrollo.
Fuente: Efeverde.
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