Poco a poco, vemos como hemos pasado de los antiguos mapas estáticos a lo que podíamos denominar como cartografía «inteligente» que tiene multitud de aplicaciones como vaticinar catástrofes, delimitar búsquedas de aeronaves extraviadas o detectar fugas de gas o diversos problemas en redes de diferente índole.
Esta evolución ha sido gracias en parte a la aparición de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) potentes herramientas que relacionan variables alfanuméricas y geográficas que permiten organizar, almacenar y modelizar grandes cantidades de datos procedentes del mundo real y vincularlos a una referencia espacial.

Dentro de las aplicaciones más comunes de la denominada cartografía inteligente y que posiblemente difieran menos del concepto de mapas clásicos tenemos desde el punto de vista sanitario, esta tecnología está ayudando al control de enfermedades como el ébola o la malaria, al geolocalizar a los enfermos con el análisis «inteligente» de sus llamadas en teléfonos móviles, o mensajes.
También grandes empresas como las de gas, agua o electricidad también están identificando sin obras el punto exacto de escapes en sus infraestructuras a partir del análisis de un sinfín de variables.
Incluso en el tema de seguros, en Estados Unidos la cartografía «inteligente» se usa habitualmente para alertar a los tomadores de la póliza ante previsibles catástrofes, como huracanes, terremotos, etc.
La evolución de la cartografía inteligente
Las tecnologías de geolocalización como el GPS están abriendo un nuevo camino para la aparición de nuevos productos, recursos o herramientas. Si a esto le sumamos la aparición de las redes sociales y el uso y potencia de los smartphones vemos que se abre un sinfín de posibilidades.

Las funcionalidades de esta tecnología permiten asimismo que un usuario de móvil reciba un mensaje personalizado al pasar por una tienda y ofertas de sus productos preferidos, multitud de aplicaciones de Geomarketing, viajar de manera más eficiente, creación de redes de vecindad pudiendo realizar un seguimiento de lo que sucede en su barrio, compartir tus lugares favoritos y engrasar las ruedas para realmente conocer gente.
La cartografía inteligente es una herramienta fundamental para documentar acciones en el espacio-tiempo como protestas, desastres naturales, eventos deportivos, fiestas, crisis políticas, etc. Y todas ellas en tiempo real.

Podemos observar su uso en el seguimiento y control de catástrofes vemos su uso en la prevención de incendios, dónde se está combinando meteorología, con velocidad del viento y datos de suelo o incluso vemos coma la empresa Esri, con una tecnología de «cartografía inteligente«, la está utilizando para delimitar búsquedas de restos de aeronaves.
Tampoco debemos olvidarnos del uso de los «mapas inteligentes» en el ámbito municipal ya que se está usando para servicios varios, como controlar qué aparcamiento está libre o qué farolas están estropeadas. También se están utilizando esta cartografía inteligente en multitud de proyectos públicos, como la ciudad «smart» del Ayuntamiento de Móstoles, el Centro de Satélites de la Unión Europea o en la iniciativa de protección del patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid.
Fuentes :
- Deia
- Sozpic
Autor : Alejandro Dimas.
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