La vigésima octava expedición de la Campaña Antártica Española arranca este año con dos grandes proyectos:
- Detectar los efectos del cambio climático a través del estudio de los glaciares
- Realizar un seguimiento del aire y del mar a nivel superficial para saber si hay o no contaminación.
La Campaña Antártica Española ha comenzado con la salida del buque de investigación oceanográfica Hespérides desde el puerto de Cartagena. Durante la campaña participarán un total de 150 personas, entre las que se encuentran 70 investigadores de universidades y centros de investigación de doce países. Como gestor de la Base Antártica Española (BAE) Juan Carlos I se encuentra Jordi Felipe, biólogo del Instituto de Ciencias del Mar (ICM), quien pasará tres meses y medio en la campaña.

Las investigaciones se desarrollarán en la BAE situada en la Isla Livingston y en el campamento Byers, donde será posible estudiar el impacto de la contaminación, huellas que han dejado expediciones anteriores, el permafrost (la capa de hielo permanente), etc.

El campamento Byres está gestionado por 8 países y se encuentra situado en una zona de alta protección y acceso muy restringido.
La campaña en la Antártida
Nueve de los 15 proyectos que se van a desarrollar están financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad, que aporta cuatro millones de euros a través del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación.
Un total de 7 científicos liderados por Francisco Navarro se harán cargo de uno de los proyectos más destacados (a lo largo de la Campaña Antártica Española se tiene previsto desarrollar 15 proyectos), la evolución de los glaciares y su relación con el cambio climático. Para ello pretenden perforar el glaciar unos 30 metros hasta llegar a la roca para ver sus capas y su evolución y observar así el grosor de los glaciares, si ha caído más o menos nieve y si se han movido.
También harán observaciones aéreas de los enormes bloques de hielo con un dron.
Después compararán los datos que obtengan con estudios de campo anteriores y datos obtenidos por satélite para poder llegar a nuevas conclusiones.
En otra de las investigaciones que pretenden llevar a cabo durante la Campaña Antártica Española pondrán filtros en la montaña helada que está junto a la base Juan Carlos I para evaluar la calidad del aire y también tomarán muestras de agua a nivel superficial del mar para saber, en caso de que haya contaminación atmosférica, si llega al mar y qué tipo de partículas.
De los seis proyectos restantes, uno está financiado por la Unión Europea, tres los realizarán grupos de investigación de Bélgica (en la base del Ejército de Tierra Gabriel de Castilla), Japón (en la Península Byers), y Alemania (en colaboración con un grupo español en la base Juan Carlos I).

Los dos últimos son proyectos de investigadores españoles que se efectuarán en las bases argentinas de las Islas Shetlands del Sur y en el buque oceanográfico alemán Polarstern.
La actual Campaña Antártica Española se llevará a cabo de forma paralela a las obras de ampliación que se están llevando a cabo en la BAE Juan Carlos I, que prevé alojar en un futuro hasta 50 personas, ya que cuando se construyó, en 1988, estaba pensada para albergar a doce personas.
Con respecto a la vida durante la campaña, Jordi Felipe ha contado que este año la Campaña Antártica Española va a ser más larga que en ediciones anteriores aunque más completa. Por otro lado ha señalado que el lugar en el que se encuentra la base es idílico, ya que se encuentran situados en una cala grande, frente a glaciares, vemos pingüinos caminando y focas.
Fuentes:
Autora : Sonia Aguirre Sanz
¿Quieres comentarnos algo? Adelante!