Por todos es de sobra conocido los efectos del Cambio Climático a nivel climatológico (aumento de temperatura, fenómenos atmosféricos más extremos, incremento del nivel del mar, etc.) pero muchas veces olvidamos los efectos directos que dichos cambios de temperatura implican a nivel poblacional en muchos ecosistemas.

Sin ir más lejos, muchas de las plagas introducidas en nuestro país son debidas principalmente a este incremento de temperaturas que hace a la Península Ibérica, especialmente a la zona Mediterránea, foco de atracción excelente para asentamiento de nuevas plagas de origen tropical, asiático o africano como es el caso del mosquito tigre (Aedes albopictus) de origen asiático detectada como especie introducida desde 2004 que actualmente lleva de cabeza a todo el Levante español. Otros casos relevantes son la cucaracha americana (Periplaneta americana) de origen africano, especie oportunista ampliamente distribuida por toda la Península habiendo desplazado claramente a la cucaracha común (Blatta orientalis) o el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) de origen asiático presente en España desde 1993 (Almúñecar) y que ha acabado con gran parte de las palmeras ornamentales de toda nuestra costa.
En el mundo actual globalizado, donde todos y todo viajamos constantemente de un lugar a otro hace que sea muy sencillo que una nueva especie si las condiciones climáticas le son favorables se asiente en un nuevo hábitat, como es el caso del anteriormente nombrado mosquito tigre del cual se cree que empezó su asentamiento con el transporte de neumáticos usados que contenían larvas de dicha especie.
Muchas veces estos cambios de temperatura se limitan a modificar los ciclos biológicos de los insectos, ampliando su período de actividad dadas las condiciones de humedad y temperatura proclives a ello, dado que los inviernos son mucho más suaves y cortos que hace unos años.
La modificación de las temperaturas, la humedad y los gases de la atmósfera puede propiciar el crecimiento y la capacidad con que se generan las plantas, los hongos y los insectos, alterando la interacción entre las plagas, sus enemigos naturales y sus huéspedes. Las transformaciones que experimenta la cubierta vegetal de la Tierra, como la deforestación y la desertificación, pueden incrementar la vulnerabilidad de las plantas y los animales que quedan ante las plagas y las enfermedades.
Debido al cambio de las temperaturas y la humedad, las poblaciones de insectos (muchos de ellos portadores de enfermedades) pueden extender la zona geográfica donde viven y exponer a los animales y las personas a enfermedades contra las cuales no tienen inmunidad natural. Así pues, el calentamiento global aumenta el riesgo de expansión de enfermedades transmitidas por plagas.
De cualquier forma no hay que ser alarmista con la extensión de nuevas enfermedades a través de estos “nuevos visitantes” ya que muchas de las enfermedades que transmiten (dengue, fiebre amarilla o fiebre de chicunguña, etc), como es el caso del mosquito tigre no son endémicas en nuestro país y por tanto las probabilidades de expansión son escasas, tal y como demostró el reciente caso detectado de fiebre de chicunguña en Gandía, el cual finalmente Sanidad detectó que el contagio se produjo fuera de España.
Por último destacar como curiosidad la labor de aplicaciones como APP Tigatrapp que varias instituciones como, entre otras, la Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Valencia están difundiendo su uso cuyo objetivo es investigar, seguir y controlar la expansión del mosquito tigre mediante el descubrimiento de adultos de mosquito tigre y lugares de cría.
Autora : Amparo Campillo Gómez.
Excelente aporte sobre cómo ahuyentar los mosquitos. Recordemos que siempre es bueno prevenir que nos piquen porque los mosquitos son portadores de varias enfermedades muy graves como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla, etc. Siempre es bueno cuidarse y nutrirse de buenos consejos.