El urbanismo se define como el conjunto de conocimientos relativos a la planificación, desarrollo, reforma y ampliación de los edificios y espacios de las ciudades. Durante las últimas décadas, la acción urbanística que ha tenido lugar en España ha sido una respuesta al productivismo inmobiliario, lo cual ha supuesto un proyecto urbano que no ofrece calidad de vida al ciudadano.
Esta realidad con la que actualmente nos encontramos, crea la necesidad de realizar estudios previos, que permitan evaluar el impacto social, económico y medioambiental que un proyecto urbanístico va a provocar en la zona donde se va a desarrollar en un futuro.
Según un estudio realizado por Black et al (1982), uno de los elementos claves en la planificación urbana es la red de transporte. Puede afirmarse sin lugar a duda, que las políticas de transporte reordenan los barrios y cambian su categoría.
La movilidad es uno de los factores con más alta repercusión sobre el medio urbano; ésta a su vez viene condicionada por la infraestructura de transporte. Autores como Dombriz, (2008), en el Libro Verde del Urbanismo y la Movilidad Sostenible, se refieren a las “políticas de movilidad”, como aquellas actuaciones de las administraciones para facilitar el acceso de los ciudadanos al trabajo, al estudio, a los servicios y al ocio mediante diversos modos de transporte: a pie, en bicicleta, en vehículos privados motorizados y en transporte público.
La equidad, acceso universal sin discriminaciones, la reducción de la congestión y el respeto al medio ambiente han generado políticas denominadas de “movilidad sostenible”. Estas políticas están basadas en la conjunción de la máxima libertad de acceso a los servicios con la idea de la sostenibilidad, reflejada en: estabilización o reducción del consumo de combustibles fósiles, equilibrio social, evitar problemas de congestión y el efecto desbordamiento de la red de transporte, etc.
Un Plan de Movilidad Urbano Sostenible es un instrumento de gestión de la movilidad a gran escala. Se trata de un conjunto de actuaciones encaminadas a implantar formas de desplazamiento sostenibles y a racionalizar el uso del vehículo privado para garantizar una mejor calidad de vida de los ciudadanos, reduciendo los costes del transporte urbano y los derivados de la congestión del tráfico.
El elemento clave para la gestión del transporte urbano reside en integrar las labores de planificación de infraestructuras de transportes con los planes de movilidad. Proponiendo metodologías que definen un procedimiento de evaluación que constituye una herramienta útil en las labores de planificación de infraestructuras, permitiendo la interacción entre planificadores y decisores (López, 2007).
Según Monzón (1988), el decisor político necesita contar con una herramienta que le permita: identificar las zonas de mayor déficit viario, comparar planes alternativos que tiendan a equilibrar las zonas, evaluar el impacto y consecuencias de cada una de las alternativas. Además los resultados se deberían presentar de manera gráfica y comprensible, para que sea posible interpretarlos sin tener una alta preparación técnica.
AutoCAD Map 3D puede considerarse como esa herramienta idónea para la elaboración de dichos Planes de Movilidad, ya que al integrar en un mismo proyecto herramientas CAD y SIG, hace posible la planificación o evaluación de una red de transporte basándose en análisis previos con objeto de optimizar las decisiones.
Autora: Rosa Berrocal Nieto.
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