Esta es la pregunta que han realizado Patricia Fleming y Philip Bateman, investigadores de las universidades australianas de Murdoch y Curtin en su trabajo “The good, the bad, and the ugly: which Australian terrestrial mammal species attract most research?”, que ha visto la luz esta semana en la revista científica Mammal Review.

En él se parte de la hipótesis que estima que las acciones de conservación están condicionadas por la percepción que se tiene sobre las especies a conservar y esto provoca sesgos en los esfuerzos realizados en la conservación de la biodiversidad. Para demostrar la validez de esta hipótesis se ha elaborado un estudio, tomando como grupo de estudio a los mamíferos australianos. Para ello se ha realizado un análisis de la bibliografía publicada sobre cada una de las 331 especies de mamíferos terrestres de Australia, estudiando si existe o no dicho sesgo dependiendo por ejemplo del grupo taxonómico, origen, tamaño corporal, área de distribución, estado de la UICN en el esfuerzo y el impacto de la investigación de los mamíferos terrestres en Australia.
Los indicadores que se analizaron fueron la tasa promedio de la cita (número de citas por año desde la publicación) y el número total de artículos publicados (n) para cada especie de mamíferos terrestres de Australia (esfuerzo de investigación), y el impacto de la investigación (SHI) para todas las publicaciones juntas, y luego se separa por tema de investigación. También se comparó el número de especies en cada pedido con el número de publicaciones de χ2 de prueba; el número esperado de publicaciones se ha calculado en proporción al número de especies en cada orden. Se examinó si existía un efecto de grupo taxonómico (factor independiente) y origen (nativa o introducida) en el número de artículos en cada una de las cinco categorías de temas de investigación para cada especie mediante análisis de ANOVA.
Las conclusiones del estudio señalan que existe un sesgo en la investigación de los mamíferos australianos que favorece a las especies que tienen un mayor tamaño y una distribución más amplia. Además las investigaciones realizadas sobre los monotremas y los marsupiales se centran más en aspectos como su fisiología o anatomía mientas que los estudios sobre los euterios lo hacen en cuestiones más vinculadas a su ecología. En definitiva los resultados de este trabajo ponen de relieve que existe un sesgo cualitativo a partir del ual se decide conservar o no una especia y plantea la necesidad estudiar otros aspectos de la fauna como su dieta, selección de hábitat, el uso del espacio y la reproducción, para así determinar de manera más cuantitativa las amenazas reales de la fauna y en función de estas destinar los recursos económicos necesarios para su conservación de manera más equitativa.
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Fuente: La Vanguardia y Mammal Review. The good, the bad, and the ugly: which Australian terrestrial mammal species attract most research? By Patricia A. Fleming and Philip W. Bateman.
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