El uso intensivo del plástico en las últimas dos décadas ha generado el grave problema de contaminación marina que existe en la actualidad. Científicos, inventores y políticos de todo el mundo estudian y buscan soluciones al problema. Se centran en la búsqueda de materiales alternativos que puedan sustituir al plástico y en la planificación de estrategias para limpiar los océanos de esta masa que altera el ecosistema marino.

En el 2010 se comenzó a tener una imagen clara del alcance del problema cuando el buque oceanográfico español Malaspina realizaba un estudio sobre los impactos del cambio climático en los océanos. Al analizar las muestras tomadas, descubrieron que el plástico se encontraba en todas partes. Además existían unas pequeñas partículas de plásticos que se confundían con la microfauna marina y podían ser asimiladas por los organismos.
En el 2013 el mismo grupo de científicos de la Universidad de Cádiz encabezados por Andrés Cózar trazó el primer mapa global de contaminación por plásticos en superficie. Dónde destacaban cinco grandes zonas de concentración de plásticos que coincidían con los giros subtropicales. En la actualidad continúan sus estudios en el Mar Rojo y en el Ártico.

Otro científico español, Javier G. Fernández desde la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur trabaja en un material llamado shrilk que es una sustancia flexible, resistente y lo más importante biodegradable. Este material es considerado la alternativa futura del plástico. El shrilk está compuesto por una combinación de materiales naturales, la quitina que procede del esqueleto externo de los artrópodos y de proteínas procedentes de la seda.
Mientras investigaba la posible producción de quitina en la mucosa de los peces, descubrió por casualidad que en las muestras de tejidos se encontraban micro partículas de plástico. Según afirma Fernández “No sabemos la magnitud del problema, no sabemos cuándo va a explotar y no sabemos los peligros que tenemos por delante”.
En los últimos años, se han desarrollado diversas campañas para concienciar a la población sobre los impactos que generan los plásticos en los océanos, además de promover la reutilización, el reciclaje y al ser posible evitar su uso.
Una de las iniciativas más recientes para sustituir el plástico ha venido de manos de una empresa cervecera artesanal llamada Saltwater Brewery de Florida que ha creado unas anillas biodegradables para los packs de seis latas.

Para la elaboración de estas anillas se han utilizado residuos de trigo y cebada procedentes de la producción de la cerveza, además de ser biodegradables son comestibles. De este modo se evitará el grave impacto que provocan las anillas de plástico sobre la vida marina ya que son las causantes de mutilaciones, estrangulamientos, malformaciones y muertes de multitud de animales marinos.
Esperamos que se multipliquen las iniciativas para encontrar alternativas al plástico y evitar que se cumplan las estimaciones realizadas por el Fundación Ellen MacArthur que afirma que para el 2050, habrá en el océano más toneladas de plástico que de peces.
¿Quieres comentarnos algo? Adelante!