Es increíble la cantidad de productos contaminantes usados en los hogares que provocan daños al medioambiente. Desde el momento mismo en que alguien se levanta de la cama: la pasta dental, elementos de higiene personal, de limpieza…aun las ropas están llenas de productos contaminantes de alta toxicidad. Es probable que comparando con su utilidad, traigan más perjuicios que beneficios.

Vincent Pettigrove, Profesor asociado que está al frente del Centro de Identificación y Gestión para la Contaminación y Gestión Acuática de la Universidad de Melbourne, Australia sostiene que probablemente aquellos que se creen más inofensivos, sean los que causen más estragos.
Quizá podría pensarse que los productos de limpieza como amoníaco o lejía estén entre los peores, a causa de su olor. Sin embargo, éstos se degradan transformándose más rápido en sustancias generalmente inofensivas. Por esta razón -afirma Pettigrove- ni siquiera se encuentran dentro de los monitoreados por su toxicidad.
El problema real son los químicos que llevan mucho tiempo para descomponerse y aquellos que se acumulan en el medioambiente y causan daños totalmente imprevisibles.
Existen 3 grupos de productos contaminantes que se deben reducir al mínimo o eliminar completamente.
¡Es absolutamente sorprendente la presencia que tienen en los hogares!
Primer grupo de productos contaminantes: Los microplásticos
Se trata de partículas de menos de 5 mm de diámetro que se presentan como esferas, piezas o fibras. Pueden encontrarse en productos tales como champús, pastas dentales, cremas faciales, exfoliantes corporales y otras sustancias abrasivas de uso hogareño.
A su vez, se está registrando su presencia cada vez mayor en los sedimentos acuáticos y marinos. De allí son absorbidos por organismos de filtración que van a parar a los peces que terminan en las mesas.
¿no resulta insospechada la «cadena alimentaria» de destrucción que generan?
Como si esto fuera de menor importancia, pueden aspirar otras sustancias químicas desde su superficie de contacto. Se ha detectado que los organismos de filtración ya mencionados los incorporan a su dieta. Por ello, se está generando gran preocupación entre la comunidad científica, dijo el doctor Pettigrove.
En Estados Unidos y el Reino Unido ya se ha prohibido su comercialización. En Australia, las cadenas Coles y Wolsworths también están actuando para sacarlos de la venta.
Pero hay mucho que la población puede hacer y muy fácilmente: al comprar un producto que entre sus componentes menciona las «microperlas» -salvo que utilicen alternativas no plásticas tales como cáscaras trituradas- o el polietileno, se descarta.
Segundo grupo: el antibacterial Triclosán
El consumo del Triclosán es causa de mucha preocupación. En los esfuerzos casi obsesivos por mantener la limpieza, cada vez se consumen más productos que indican que son «antibacterianos». Generalizando, esto significa que contienen la sustancia anteriormente mencionada.
La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos ya prohibió el uso de Triclosán y Triclocarbán en jabones para lavados corporales no recetados. El argumento que esgrimieron fue que no hay ningún indicador que demuestre que el uso de dichas sustancias sea más eficaz que el del jabón y el agua corriente. Los riesgos sanitarios son extremadamente altos para la población, ya que pueden producir alteraciones hormonales y resistencia a los antibióticos.
Existe una polémica en torno a la conocida marca dental «Colgate Total». La misma contiene Triclosán entre sus componentes. Algunos sectores han criticado ésta medida, pero la FDA no prohibió su venta debido a que considera que contribuye a curar las patologías en las encías.
Además, la prestigiosa institución Cochrane realizó un informe en el año 2013 acerca de un estudio realizado durante los tres años previos sobre el uso de un dentífrico fluorado que además contenga Triclosán/copolímeros es más beneficiosa que una que sólo posea fluor.
Parece ser que ésta combinación de sustancias resulta eficaz para reducir un 22% de la placa bacteriana, 22% de la gingivitis, un 48% del sangrado gingival y un 4% las caries.
Sin embargo, el Profesor Pettigrove advierte acerca de otros riesgos
«Se podría estar matando parte de la fauna microbiana presente en los sedimentos, y muchos de éstos organismos ayudan a limpiar el medioambiente eliminando contaminantes como el nitrógeno»
Tercer grupo: Pesticidas y Herbicidas
Por supuesto que a nadie le gusta encontrar bichos como las cucarachas en sus armarios o cocinas. Los pesticidas usados en las urbes representan una gran preocupación ambiental, sobre todo cuando son pulverizados o derramados sobre superficies duras tales como concreto u hormigón.
Es probable que no representen un riesgo para la salud humana, pero si lo son para los peces. En los alrededores de la ciudad de Victoria, en Australia, se realizan regularmente estudios sobre los cursos de agua. En informes comparativos entre campo y ciudad respecto al uso de los pesticidas, las urbes salen perdiendo. Particularmente aquellos utilizados para combatir insectos en el hogar, encuentran un camino para llegar a las vías fluviales.
La Permetrina y la Bifendrina que usan los controladores de plagas, matan a los insectos pero también destruyen la vida acuática y se ha demostrado que pueden permanecer hasta años en los sedimentos acuíferos.
Otra sustancia dañina para el medioambiente es la simazina, utilizada como herbicida. Ha sido encontrada en los lugares arrojadas hasta un año después y permanece igualmente en el agua. Se usa habitualmente para eliminar las malas hierbas.

Este producto -particularmente por su gran toxicidad- está llamando la atención a nivel mundial. Su utilización ya fue prohibida en 1992 en el Reino Unido, salvo para uso agrícola y está considerado dentro de las «sustancias prioritarias» por la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea. Existen formas mucho menos perjudiciales para destruir las malas hierbas como el agua hirviendo o extraerlas a mano.
Resumiendo, cada ciudadano puede contribuir para crear un medioambiente más limpio y sano. Si se conocen las formas de hacerlo, nada impide que se proteja. Es cuestión de voluntad. ¿no es cierto?
Fuente: abc.
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Excelente articulo. Desde nuestros hogares debemos de tener consciencia de que productos estamos utilizando. El cuidado del medio ambiente y de nuestras familias empieza desde el hogar. Por este motivo en mi hogar sebutilizan productos de limpieza organicos. Sigueme en mi cuenta para que conozcas una forma de aportar a este cambio ambiental @consumainteligente19 en instagrm.
Mucho cuidado con todos estos productos, ya que su mal uso podría traer graves consecuencias. Muy buen post!
Un artículo muy interesante sobre los productos que son contaminantes en tu casa y la forma de eliminarlos definitivamente. Hay que contribuir con el mantenimiento de los recursos y el medio ambiente.