Este mes se cumplen 10 años del primer alumbramiento en cautividad de Lince Ibérico, gracias al programa de cría ex situ, que ha permitido la recuperación de esta especie considerada por la UICN en peligro crítico.
Este proyecto de cría en cautividad fue desarrollado por la bióloga española Astrid Vargas Gómez-Urrutia que lo exportó desde Estados Unidos, donde mediante este programa se había conseguido con éxito recuperar al visón americano. Uno de sus principales objetivos era salvaguardar un 85% de la variabilidad genética de esta especie para, en caso de extinción en la naturaleza, recuperarla con ejemplares nacidos en cautividad, este se ha cumplido antes de lo previsto debido a la buena marcha del programa.

Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
Las tres primeras crías de este programa nacieron un 28 de Marzo de 2005, en el centro de cría pionero que la Junta de Andalucía construyó en El Acebuche, en Doñana, y fueron llamados Brezo, Brezina y Brisa. Desgraciadamente dos de los cachorros murieron en una pelea entre ellos y la única superviviente fue Brisa que el año pasado consiguió sacar adelante a su propia camada, tras varios intentos anteriores fallidos. Con estos nacimientos se cierra un ciclo que comenzó hace 10 años y que supone en gran medida un éxito para el programa de cría ex situ, ya que uno de cada cuatro linces presentes en la naturaleza procede de la cría en cautividad.
Al centro de El Acebuche, en Doñana, le siguieron el de La Olivilla, en Sierra Morena, también de la Junta de Andalucía; el de Silves, en el Algarve portugués; y el de Zarza de Granadilla, en Extremadura, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, en los que la ya iniciada temporada de cría se espera el nacimiento de una treintena de cachorros de lince ibérico, tras formarse 27 parejas reproductoras.
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